LA GRAMÁTICA DE LOS PECES AZULES


LA GRAMÁTICA DE LOS PECES AZULES

Texto Antonio Miguel Morales Montoro
Dirección Jose Cabello
Asistencia dirección Carmen Vega
Elenco Álex Rueda Oria y Laura Velman
Figuración Daniel Macías y Belén García
Iluminación Roberto Romance
Espacio sonoro y mapping Jose Cabello
Diseño escenografía Marina Calvo
Maquillaje y peluquería Katy Navarro

Dos jóvenes (Rojo y Azul) se conocen en un acuario. Uno de ellos es un enamorado de los peces y el otro tiene en común con ellos mucho más de lo que nadie puede llegar a imaginar. Comienza entre los dos una relación en la que irán desvelándose unas identidades poco comunes que acarrean consigo muchísimo dolor. La narración del pasado se convierte en un bálsamo sanador que evidencia la necesidad de visibilizar las historias personales. Antonio Miguel Morales presenta un texto sobre intersexualidad y géneros no binarios, una obra dirigida a todos los públicos que sin abandonar nunca un territorio poético multimedia pretende reflexionar sobre el concepto de ‘identidad sexual’ y el género no binario o género queer y repensar la dualidad sexo/género. “La gramática de los peces azules es una apuesta decididamente queer. Consideramos necesario desde las artes escénicas proyectar una mirada no binaria que se aleje de los postulados heteronormativos que impregnan la mayoría de las miradas dominantes”, afirma el dramaturgo.

La gramática de los peces azules según su autor:
La gramática de los peces azules nace de la necesidad de dar una respuesta artística a ciertos asuntos que me interpelaban desde mi realidad y a los que no era capaz de responder si no era desde un territorio poético anclado en el universo trans: lo poético que aspira a ser teatral, lo teatral que aspira a ser cinematográfico y lo cinematográfico que, para ser poético, aspira a convertirse en experiencia mística de consumación y contemplación de la belleza.
Esta obra es la primera de una trilogía ‘queer’ que visibiliza a unos personajes que tienen unas pulsiones personales, sexuales y afectivas que distan bastante de los dictados heteronormativos dominantes y que se encuentran en conflicto permanente con una sociedad que los ridiculiza, que todavía no se abre del todo a considerarlos dignos de sentarse en la mesa común de una ‘normalidad’ impuesta, que prefiere abocarlos al desamparo de la incomprensión más absoluta y que niega la posibilidad de una construcción libre y libertaria de la sexualidad, del género y de las relaciones de pareja.
Azul y Rojo, protagonistas de La gramática de los peces azules, construyen una relación que crece a medida que cada uno de ellos es testigo de la historia personal del otro: el dolor común es el punto de partida de una historia de amor que fluye, como el género de ambos, entre lo onírico y lo real, entre la realidad y el deseo, entre la imposición del sexo y la construcción de la identidad.” Antonio Miguel Morales Montoro

La gramática de los peces azules según su director:
La gramática de los peces azules, de Antonio Miguel Morales, nos cuenta la historia de Azul y Rojo, dos chicos de 18 años que esconden un pasado con heridas aún abiertas. El tema principal de la obra es la intersexualidad, representada en el personaje de Azul, y la homosexualidad, representada en el personaje de Rojo. La visión de estos dos personajes y de su pasado será, en palabras del autor: “un bálsamo sanador que evidencia la necesidad de visibilizar las historias personales”.
De esta premisa partimos con la obra La gramática de los peces azules, de las historias personales. Somos individuos y cada uno debe buscar su propia esencia e identidad. No debe importar si entra dentro de la ‘normatividad’ impuesta por la sociedad y la cultura. Somos personas y debemos definirnos como queramos. Solo aceptándonos podremos llegar a amarnos y ser felices.
Hablamos de la intersexualidad y del amor en todos los sentidos. Nuestros protagonistas, Azul y Rojo, son dos universitarios que en esta nueva etapa de su vida se encuentran en un acuario donde nacerá una historia de amor entre ellos. Pero una persona no puede amar a otra si no se ama a sí mismo. Por tanto, el amor genera el conflicto, una lucha continua por buscar ese amor propio y luchar contra las imposiciones creadas por nuestra sociedad para así conseguir amarse puramente.”  Jose Cabello




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