LA TRAVIATA

 

LA TRAVIATA

Ópera en tres actos de Giuseppe Verdi con libreto de F.M. Piave,
basado en La dama de las camelias, de A. Dumas.
Estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia, el 6 de marzo de 1853.

Producción musical Teatro Cervantes de Málaga
Producción escénica Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera

Violetta Valéry  AINHOA ARTETA
Alfredo Germont  ANTONIO GANDÍA
Giorgio Germont  JUAN JESÚS RODRÍGUEZ
Flora Bervoix  MÓNICA CAMPAÑA
Annina  ALBA CHANTAR
Gastone de Letorières  LUIS PACETTI
Doctor Grenvil  FRANCISCO TÓJAR
Marqués d’Obigny  ISAAC GALÁN
Barón Douphol  JOSÉ MANUEL DÍAZ             

Orquesta Filarmónica de Málaga
Coro de Ópera de Málaga

Director de escena Francisco López
Director del coro Salvador Vázquez
Director musical José María Moreno

3.30 h (c/i) 

Espectáculo subvencionado por el INAEM
Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música
Con la colaboración de UNICAJA FUNDACIÓN

La traviata es la tercera ópera de la conocida como 'trilogía popular' de Giuseppe Verdi, junto a Rigoletto (1851) e Il trovatore (1853). Excepcional en las tres, la fuerza y originalidad de sus protagonistas: un jorobado, una gitana homicida y una prostituta. Todos, socialmente marginales que, después de ser sometidos a extremas dificultades, reconquistan su humanidad más íntima a través del dolor y del amor. Aunque, como es habitual, el propio Verdi parte de un tema procedente de un clásico de la literatura europea, la clave del éxito de La traviata va mucho más lejos de lo musical y atañe sin duda a lo que el compositor era todo un maestro: la psicología dramática de los personajes que extiende a la crítica de la hipocresía, que domina todo el texto. Curioso el paralelismo entre el drama y la vida real del compositor. En 1847, Verdi se enamora de la soprano Giuseppina Strepponi y empieza a convivir con ella. Como Violetta, la Strepponi era una “descarriada”, una traviata madre de dos hijos ilegítimos y, como la heroína lírica, estaba condenada por una enfermedad de tipo tuberculoso. La traviata se convierte, así, en la ópera privada de Verdi, en la sublimación artística de su relación.

La acción de La traviata fue situada en la misma época en que se escribió y representó. Un año después del estreno, debido a la censura, Verdi tuvo que trasladar la acción al siglo XVIII, evitando así cualquier referencia contemporánea, el 'efecto espejo' y saliendo al encuentro de las preferencias del público. En nuestros días se suele representar como fue concebida originalmente por su autor. 

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